La Iglesia más conservadora, manipuladora y fascista

Los Obispos han vuelto a tirarse al monte y como de una mala segunda parte de una película se tratara han vuelto a elegir al Cardenal Rouco Varela como su representante hispano en la tierra. A 6 días de las elecciones la noticia seguro que encantará a los genoveses originales y genuinos. Al fin y al cabo , pensaran y con razón que Rouco es «uno de los nuestros». La cuestión es que para la inmensa mayoría del país mucho me temo es una pésima noticia. Rouco y sus Obispos vuelven. La Iglesia Católica, Apostólica, Romana y Genovesa lo tienen todo previsto. Ellos son así.
PÚBLICO.ES – 04/03/2008 11:00Antonio María Rouco Varela, recién nombrado presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), nació en Villalba, Lugo, España, el 20 de agosto de 1936 y realizó los estudios Eclesiásticos en el Seminario de Mondoñedo.Se licenció en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca en 1958 y se doctoró en Derecho Canónico por la Universidad de Munich, en 1964.

Fue ordenado sacerdote el 20 de marzo de 1959

Fue ordenado sacerdote el 20 de marzo de 1959. Ejerció la docencia y en 1972 fue vicerrector de la Universidad Pontificia de Salamanca. Nombrado en 1976 obispo auxiliar de Santiago de Compostela, el 18 de mayo de 1984 fue nombrado arzobispo de esa sede, en la que sustituyó a Ángel Suquía.

Arzobispo de Madrid y Alcalá

El 28 de julio de 1994 fue nombrado arzobispo de Madrid-Alcalá, también en sustitución de Suquía y el 21 de febrero de 1988 fue creado cardenal presbítero en el séptimo consistorio convocado por Juan Pablo II, a quien acompañó en los días siguientes en su visita a Cuba.

Rouco Varela recibió la birreta roja y el título de San Lorenzo y San Dámaso. El 2 de marzo de 1999 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Española y reelegido para un segundo mandato de tres años en 2002.

Ponente general de la II Asamblea Especial del Sínodo de Obispos para Europa (1999), ha formado parte de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis y fue presidente de la Junta Episcopal para Asuntos Jurídicos.

Al frente de la Conferencia

En junio de 2004 fue designado por Juan Pablo II enviado especial a las celebraciones finales de la Peregrinación Europea de Jóvenes en Santiago de Compostela, y el 10 de diciembre de 2004 miembro del Consejo de Cardenales para el estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede, por un periodo de cinco años.

Permaneció al frente de la Conferencia Episcopal Española hasta marzo de 2005

Antonio María Rouco permaneció al frente de la Conferencia Episcopal Española hasta marzo de 2005. No renovó el puesto en la LXXXIV Asamblea al no conseguir la mayoría de dos tercios necesaria para un tercer mandato. Fue sustituido por el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez.

Desde marzo de 2005 forma parte de la Comisión permanente de la Conferencia Episcopal y como arzobispo de Madrid es miembro nato del Comité Ejecutivo de la misma.

«Papable»

El 17 de marzo de 2005 fue nombrado por Juan Pablo II miembro de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede, puesto que desempeña desde entonces.

Rouco Varela, que formó parte de la lista de «papables», participó como cardenal elector en el cónclave que el 19 de abril de 2005 eligió Papa a Benedicto XVI en sustitución de Juan Pablo II.

Como arzobispo de Madrid…

Como arzobispo de Madrid, ofició la ceremonia litúrgica de la boda del Príncipe Felipe y Doña Letizia Ortiz el 22 de mayo de 2004 en la Catedral de la Almudena de Madrid; el 14 de enero de 2006 bautizó en el Palacio de la Zarzuela a la primogénita de los Príncipes de Asturias, la infanta Leonor y el 17 de julio de 2007 a la segunda hija de los Príncipes, la infanta Sofía.

Rouco Varela ha sido uno de los prelados más críticos con el gobierno Zapatero

Desde su puesto de arzobispo de Madrid-Alcalá firmó, en abril de 2007, la polémica orden de cierre de la parroquia de San Carlos Borromeo, en el barrio de Entrevías (Madrid) por «falta de ortodoxia» en la celebración de la liturgia, aunque posteriormente aceptó la permanencia de la parroquia, como centro pastoral.

Rouco Varela ha sido uno de los prelados más críticos con el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

Fue uno de los asistentes a la manifestación contra la Ley de Matrimonios Homosexuales; se pronunció en contra de la Ley de Educación (LOE) y apostó por la objeción de conciencia en la nueva asignatura Educación para la Ciudadanía.

Además, en diciembre de 2007, convocó y participó en Madrid, en la multitudinaria concentración en defensa de la familia tradicional, en la que afirmó que las leyes del Gobierno hacen retroceder la Declaración de Derechos Humanos.

Rouco limita su «colaboración» con el Gobierno a lo que tenga «finalidad evangelizadora»

El
recién elegido presidente de la Conferencia Episcopal Española ha
comparecido sonriente y satisfecho ante los medios de comunicación,
ante los que ha declarado que la relación de la Conferencia con los
políticos «es siempre de colaboración leal, pensando en el bien común».
Pero Rouco ha querido dejar claro que, con respecto a ese «bien común»,
los obispos se centran o se centrarán en «aquellos aspectos que deben
tender más directamente y expresamente a la finalidad evangelizadora».
Una afirmación que no dibuja un panorama muy esperanzador en lo
relativo a las relaciones entre Gobierno e Iglesia católica.

La
designación de Rouco como presidente de la Conferencia Episcopal, que
refleja la victoria de su facción más conservadora, ha sido recibida de
manera crítica por parte de la mayoría de los partidos del arco
parlamentario y con vivas y loas por parte de la cadena COPE,
dependiente del propio organismo que Rouco Varela vuelve a dominar tras
sus seis años de presidencia entre 1999 y 2005.

Un hombre para este momento
En este sentido, la conductora del programa La Tarde de
la cadena COPE y miembro del movimiento cristiano Comunión y
Liberación, Cristina López Schilichting, ha expresado sus
«felicitaciones» a un presidente «intelectualmente brillante», «ideal
para un momento histórico complicado con la secularización, que amenaza
con transformarse en anticlericalismo».

Presidente y Partido Socialista
Distinta es la percepción que la mayoría de los partidos políticos
tiene de este nombramiento. Frente al talante dialogante del presidente
del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha enviado un telegrama
para presentar al arzobispo de Madrid su «voluntad de diálogo y
colaboración en el ejercicio de nuestras respectivas
responsabilidades», el secretario de Organización del PSOE, José
Blanco, ha expresado su deseo de que la Iglesia católica española se
conduzca «buscando el diálogo y no la confrontación».

«Podría ir en una candidatura»
Un Rouco Varela que, para Blanco, «no se presenta a las elecciones
generales (…) pero que por algunas de las cosas que ha dicho podría
ir en una candidatura».

«Radicalización»
Por su parte, la cabeza de lista del PSC por Barcelona, Carme Chacón,
ha declarado que la nominación demuestra la «radicalización de parte de
la Iglesia».

Un listón muy alto
Esta radicalización, que consistiría en el nombramiento de un
presidente más conservador que su predecesor, Ricardo Blázquez, ha sido
valorada como «previsible» por el teólogo progresista Enrique Miret
Magdalena, que, con ironía, ha vaticinado que esta elección no supondrá
un mayor número de manifestaciones contra el Gobierno socialista (de
vencer el domingo Zapatero), pues «el listón es tan alto, que superarlo
será difícil».

Un paso atrás
Por otro lado, tanto PNV, Izquierda Unida e ICV han coincidido en
considerar «un paso atrás» esta nominación. Íñigo Urkullu, presidente
del PNV, ha lamentado que haya surtido efecto «un trienio de trabajo
por parte de los sectores más conservadores» que ahora querrían seguir
«influyendo políticamente».

Mala noticia
Más contundentes se han mostrado Gaspar Llamazares y Joan Herrera,
dirigentes, respectivamente, de IU e ICV. Ambos consideran que se trata
de una «mala noticia» lo que, para Herrera, supone un reflejo de la
«jerarquía eclesiástica más salvaje, carca, de derechas y alejadada del
evangelio que existe en Europa».  www.elplural.com 04.03.08

Rajoy se siente “identificado con muchas de las posiciones de la Conferencia Episcopal”

El
líder del PP, Mariano Rajoy, ha vuelto a insistir en que Zapatero “aún
no ha dicho con claridad que no va a negociar con ETA”, a pesar de las
reiteradas declaraciones del jefe del Ejecutivo y sus colaboradores más
cercanos que desmienten esta afirmación. Además, Rajoy considera que
“Zapatero cambió la política antiterrorista que había dejado a ETA en
la peor situación de su historia y optó por la negociación política”.
Sobre la Iglesia, Rajoy niega que su partido sea el de los obispos pero
reconoce que “soy católico y me siento identificado con muchas de las
posiciones de la Conferencia Episcopal”.

Rajoy
se empeña en insistir, a dos semanas de las elecciones, en uno de los
temas que, sin duda, han sido protagonistas de la legislatura de
Zapatero, la política antiterrorista. En una entrevista concedida a La Vanguardia,
el aspirante a la presidencia del Gobierno afirma que “Zapatero cambió
la política antiterrorista que había dejado a ETA en la peor situación
de su historia y optó por la negociación política”. Rajoy asegura que
le dijo “en público y en privado, que era un error, pero quiso empezar
de nuevo y se equivocó”. Por no haber oído, los buenos consejos que
Rajoy le dio, Zapatero “ha hecho mucho daño al Estado de derecho y a la
dignidad del sistema democrático. Ahora está haciendo lo que yo dije
que se tendría que hacer, pero aún no ha dicho con claridad que no va a
negociar con ETA”.

“Infinitamente” mejor preparado
En la entrevista al diario mencionado, Mariano Rajoy se muestra
convencido de que ahora está “infinitamente” mejor preparado para ser
presidente del Gobierno y afirma que “en estos cuatro años en la
oposición me he demostrado a mí mismo que he sido capaz de mantener y
traer hasta aquí a un partido que salía de una derrota electoral
imprevista. Sé qué hay que hacer para que las cosas vayan mejor en
España”. Además, a pesar de que ninguno de los sondeos electorales
publicados hasta el momento le concede la victoria, Rajoy asegura que
“tengo posibilidades de ganar”.

Zapatero prefiere la tensión
También en la campaña electoral evita la originalidad e insiste en uno
de los temas que llevan en boca de los populares
varias semanas. Rajoy asegura que mientras el presenta su programa
electoral, Zapatero “le dice a Gabilondo que necesitaba tensión y
dramatismo” aunque asegura que “la estrategia del PSOE de siempre. No
tiene otro discurso”.

Recuperar los grandes pactos
En cuanto a los resultados de las elecciones, de las que como ya ha
dicho en reiteradas ocasiones se ve ganador a pesar de que todos los
sondeos reflejan lo contrario, Rajoy asegura que si gana en minoría
propondrá al PSOE “recuperar los grandes acuerdos que hubo con Suárez,
Calvo-Sotelo, González y Aznar. Después hablaré con los partidos que
tienen un modelo de sociedad compatible con el nuestro, para intentar
llegar a acuerdos sobre la base de que el señor Zapatero y yo hemos
dicho que quien gane, forma gobierno”. En los últimos días Rajoy ha
lanzado algunos guiños a los nacionalistas que se contradicen con la
actitud mantenida hacia ellos a lo largo de la legislatura, para no
cerrarse de puertas de cara a los posibles pactos después de los
comicios. Como es lógico, el líder del PP asegura que “en mayoría” es
“como me gustaría gobernar a mí, con pactos parlamentarios puntuales” y
asegura que “no me cierro a ninguna posibilidad”.

El Estatuto “no es bueno para Cataluña”
Los nacionalistas catalanes ponen la condición de que retire el recurso
contra el Estatuto para obtener su apoyo, a lo que Rajoy responde que
“recurrí el Estatut porque creo que no se ajusta a la Constitución y
porque creo que no es bueno para Cataluña. Nadie puede percibir esto
como una agresión. Quiero que el Tribunal Constitucional resuelva y dé
o quite razones. De entre lo más importante que puedo ofrecer, está mi
palabra. Si retirara el recurso para llegar a la Moncloa, yo no sería
fiable”.

La palabra de ZP
Sobre la decisión de Zapatero de pactar con CiU si no obtiene la
mayoría suficiente Rajoy afirma que “no sé la opinión del señor
Zapatero para el futuro, pero ha tenido como aliados durante toda la
legislatura a los partidos más radicales del arco parlamentario. Por
otra parte, si alguien sabe lo poco que vale la palabra del señor
Zapatero, es, precisamente, CiU”.

No lo aclara
Uno de los temas que incomodan al líder del PP en esta campaña es el
matrimonio entre personas del mismo sexo. Rajoy no aclara si cambiará
la ley que permite el enlace matrimonial entre homosexuales, ni si
acabará con su derecho de adopción, a pesar de que hace unas semanas,
aseguró en una entrevista en el diario 20 Minutos aseguró que les quitaría ese derecho. En la entrevista publicada en La Vanguardia
hoy prefiere decir que “mi discrepancia no está en el contenido de la
ley, sino en el nombre y en la adopción. Lo hemos recurrido al TC y
esperaré a lo que diga y luego estudiaremos la decisión más oportuna”.
A pesar de que comparten muchas ideas, sobre todo en el modelo de
familia deseado, Rajoy no cree que su partido sea el de los obispos
aunque reconoce que “soy católico y me siento identificado con muchas
de las posiciones de la Conferencia Episcopal”. www.elplural.com 24.02.08

«La agitación de la cuestión religiosa por parte del poder suele traer fatales consecuencias”

A
pesar de que insisten en que no pretenden hacer campaña electoral a
favor de ningún partido –que podría ser el PP-, ni mucho menos en
contra de otro -que podría ser el PSOE-, los obispos siguen aportando
su granito de arena a la tensa campaña electoral. Si ayer, el
obispo de San Sebastián Juan María Uriarte quiso calmar el descontento
que ha provocado la intromisión de la Iglesia en el juego político,
recordando a sus compañeros de la jerarquía católica que deben evitar
hacer partidismos, hoy ha vuelto a salir el brazo más duro de la
Conferencia Episcopal de la mano del obispo de Sigüenza-Guadalajara,
José Sánchez, que ha advertido de que «la agitación de la cuestión
religiosa por parte del poder suele traer fatales consecuencias”.

Esta
advertencia forma parte de la carta pastoral de hoy domingo en la que
ha dicho además que «no es bueno que la cuestión religiosa sea materia
de confrontación en una campaña electoral», y ha pedido que se evite no
sólo el odio, sino también la burla, la descalificación, la falta de
respeto, la infravaloración de la religión y de sus símbolos, de sus
ritos, de sus fieles y de sus autoridades. Parece que el obispo de
Sigüenza prefiere ahora poner a la Iglesia como víctima de un poder
Ejecutivo –socialista- que le ataca desmesuradamente. Ante esta
situación José Sánchez ha querido advertir hoy a los fieles de que «la
agitación de la cuestión religiosa por parte del poder suele traer
fatales consecuencias para la seguridad, incluso para la integridad
física de personas y bienes, para el equilibrio de una sociedad y para
la paz. Y el desprestigio de las autoridades religiosas suele
repercutir en el desprestigio de la autoridad en general».

Sin pretensión de inclinar el voto
Lejos de estas acusaciones al poder, Juan María Uriarte pedía ayer a
los responsables eclesiales que eviten «con sumo cuidado cualquier
signo o apariencia de proclividad partidista, particularmente en tiempo
electoral o preelectoral». Según Uriarte, «en momentos electorales” los
obispos “pueden proponer criterios éticos que ayuden a emitir un voto
ponderado y responsable”. No obstante, les recordó también que los
criterios éticos que se propongan, «lejos de tener la pretensión de
inclinar el voto concreto de los ciudadanos incluso de los creyentes,
han de orientarse a que éstos lo emitan con libertad, con realismo y en
conciencia», sin «proteccionismos ni intervencionismos de ningún signo»
porque «el votante tiene derecho a ser tratado como un adulto».

Un ejemplo de respeto
José Sánchez, por su parte, prefiere quedarse como víctima, pedir
respeto y no reconocer que la Iglesia se está metiendo en un terreno
que para muchos, no es el suyo. El obispo considera en su pastoral que
los candidatos a ejercer una función pública han de tener siempre en
cuenta que los que aspiran a ocupar puestos con responsabilidad pública
deben constituir para sus conciudadanos «un ejemplo de respeto, de
educación y de buenas maneras en el trato con sus adversarios
políticos, con las personas diferentes y con los que piensen de
distinto modo”. Para el obispo de Sigüenza los candidatos políticos han
de respetar también la verdad, y la justicia, y añade que «el respeto a
este principio obliga a los candidatos a evitar toda ofensa personal,
difamación o calumnia».

El gasto en la campaña electoral
Si a la Iglesia le quedaba alguna cuestión sobre la que opinar, el
obispo de Sigüenza le ha puesto remedio hoy, criticando el gasto que
supone la campaña electoral. «Otro principio elemental es el de la
sobriedad en el gasto de la campaña electoral. No se pueden gastar en
imagen, en propaganda, en pura parafernalia los recursos que necesitan
los sectores más humildes de nuestra sociedad o de otras zonas del
mundo» mantiene José Sánchez en su carta pastoral. «A los que no
estamos implicados en la campaña electoral como protagonistas nos
corresponde hacer el esfuerzo por conocer las propuestas reales de las
diversas ofertas políticas, discernir en conciencia, votar en libertad
y pedir al Señor por un proceso correcto de las próxima elecciones
generales y de la campaña iniciada» ha concluido. www.elplural.com 24.02.08

Los obispos siguen despidiendo a docentes de religión pese a la LOE

La «partida de bautismo», exigencia para acceder a un contrato del Estado

«Nuestro
gozo en un pozo». Así define la Federación Estatal de Profesores de
Religión (Feper) el estado de ánimo con que vive el desarrollo de la
Ley Orgánica de Educación (LOE), un año después de su aplicación. Los
obispos siguen despidiendo a docentes de religión sin explicación
alguna y, según los dirigentes de la Feper, «el Gobierno también
vulnera su ley por miedo a los movimientos de la jerarquía o
utilizándonos como moneda de cambio para granjearse la comprensión
episcopal».

Las
consecuencias son, de momento, cuatro nuevas sentencias en los cuatro
últimos meses por despidos nulos, obligados los prelados a pagar,
además, cuantiosas indemnizaciones por «daños morales» y «atentado a
derechos fundamentales de la persona», como la propia imagen y el
honor. Feper, además, tiene en el contencioso-administrativo del
Tribunal Supremo un recurso, admitido a trámite, contra el real decreto
«regulando el estatus de los docentes de religión por debajo de lo
decidido en la LOE».

La
Ley Orgánica de Educación acordó, tras severas disputas entre el
Gobierno y la Conferencia Episcopal, que «los profesores que imparten
la enseñanza de las religiones deberán cumplir los requisitos de
titulación establecidos para las distintas enseñanzas reguladas».
Además, ordenó que esos docentes estén amparados por el Estatuto de los
Trabajadores pese ser elegidos por las confesiones religiosas -en el
caso de la católica, por cada obispo diocesano-, y no pertenecer a los
cuerpos de funcionarios docentes.

El
legislador decidió, también, que quienes accedan a esa función lo hagan
«mediante criterios objetivos de igualdad y mérito»; que la
determinación del contrato, a tiempo completo o a tiempo parcial según
lo requieran las necesidades, corresponda a las administraciones
competentes, y que «la remoción, en su caso, se ajustará a derecho». Un
real decreto, de fecha 1 de junio de 2007, concretaba sin género de
dudas los requisitos que debía cumplir cada docente «para ser
contratado por el Estado como profesor de religión».

La
respuesta episcopal -«con la pasividad del Gobierno», según Feper- fue
endurecer sus propios «requisitos». Lo hizo por acuerdo de la asamblea
de la Conferencia Episcopal y uno de los documentos que debe presentar
ahora «el solicitante para obtener la Declaración Eclesiástica de
Competencia Académica» es una «partida de Bautismo».

«Meros catequistas»

Detrás
de este tipo de exigencias está la idea de que los profesores de
religión en las escuelas públicas -contratados y pagados por el Estado
«de entre los propuestos» por los obispos- «son meros catequistas»,
denuncia el presidente de Feper, Rafael Ramírez. Su vicepresidente,
Luis Guridi, culpa al Tribunal Constitucional de esa actitud, cuando
hace un año, al denegar el amparo a una docente de religión en Canarias
despedida «por vivir con un hombre sin ser su esposo», sentenció que
los obispos tienen derecho a exigir a los profesores de religión
«ejemplo de vida acorde con la confesión de la que son docentes».

El
Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) acaba de emitir cuatro
nuevas sentencias contra las diócesis de Las Palmas y de Tenerife con
la advertencia de que sus decisiones nunca pueden atacar «a derechos
fundamentales». El TSJC condena a la Iglesia católica a pagar las
indemnizaciones debidas, y no al Gobierno canario, ejecutor de los
despidos, como venía ocurriendo hasta ahora.

Siete sentencias por un profesor

No
es la primera vez que los obispos cosechan hasta seis condenas del
Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) por despedir, en otros
tantos cursos, a un docente de religión. Esta vez, sin embargo, la
acumulación de reproches judiciales se produce en apenas cuatro meses.
El protagonista es el profesor Martín Domingo Suárez Quesada, despedido
por el episcopado por ser dirigente de la Federación de Profesores de
Religión en la Confederación Canaria de Trabajadores.Cada sentencia del
TSJC va precedida, como es lógico, de otra en primera instancia. Es
decir, este trabajador acumula ya seis decisiones judiciales. También
le afecta otra del Tribunal Constitucional inadmitiendo la cuestión
previa de inconstitucionalidad planteada por el TSJC por el mismo
caso.El calvario judicial del profesor Suárez lo inició el obispado
mandando el 14 de abril de 2005 una carta a todos los alumnos del
centro en que daba clase, anunciándoles con graves descalificaciones
que ya no era su profesor por carecer de la «missio canónica» y
de la titulación exigida. Suárez llevaba cinco años en el puesto a
satisfacción del empleador.Las sentencias del TSJC llevan fecha de 1 de
octubre y 17 de diciembre de 2007, y de 4 de enero de 2008, esta última
absolviendo a la Administración del pago de la indemnización acordada,
12.015,20 euros más salarios atrasados. El pagano, dice el tribunal,
será el obispado, responsable único de los «daños morales, de imagen y
al honor» causados al despedido. www.elpais.es 18.02.08

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